Origen
Los árabes desembarcaron en la isla en el año 707 y dominaron la isla durante aproximadamente cinco siglos. Mallorca pasó así a depender del Califato de Córdoba en el año 903, con la arabización de la población de toda la isla.
En el año 1.229, el rey D. Jaime I de Aragón "El Conquistador", conquistó la isla de Mallorca a Abú Yahya, gobernador almohade de la isla.
La escuadra de 155 barcos, partió de Cataluña del puerto de Salou y desembarcó a la isla por la cala de Santa Ponsa. Santa Ponsa está situada muy cerca de la "possessió" de Ses Rotes Velles, actualmente en el municipio turístico de Calvià - municipio más rico de España per cápita.
Las casas "señoriales" en zona rural de Mallorca, se denominan "possessions".
Las "possessions" fueron construidas sobre antiguas alquerías árabes, por los descendientes de los nobles caballeros conquistadores, a las que el Rey Jaime I de Aragón repartió grandes extensiones de tierra y que fueron divididas y entregadas a los nobles, eclesiásticos y seguidores del Rey en la conquista de Mallorca, como premio a su vasallaje incondicional (Llibre del Repartiment).
La Alquería de Ses Rotes Velles, formaba parte de las tierras preferidas del Rey, por ser la primera tierra que acogió a sus tropas en el desembarco y en ellas acamparon durante meses sus soldados, antes de entrar victoriosos en la ciudad "Madina Mayurca" el 31 de Diciembre de 1.229.
Propietarios
"En 1.247 está documentada la propiedad a favor de D. Bernardo Togores, pasando posteriormente a la familia Massanet. De estos a los Borrassá y en 1566 pasó a D. Berenguer Vivot, en 1635 a Dª Juana Quint i Vivot, en el año 1728 la poseía Dª. Juana Nuñiz de Sant Joan y posteriormente al Marqués de Bellpuig y Condes de Perelada y posteriormente a Dª. Juana de Rocaberti i Verí, consorte del Conde de Montenegro, que la transfiere al Marqués de la Torre".
Edificaciones
La edificación actual se atribuye entre los siglos XVI y XVII, construida sobre la antigua alquería árabe anterior a la conquista.
Las casas de Ses Rotes Velles respondían a la finalidad por la que fueron construidas. Una vivienda destinada básicamente a la explotación agropecuaria.
En aquella época, la propiedad tenía casas, vivían en ellas los agricultores y ganaderos, reservándose los propietarios o "señores" una parte de las casas para habitarla principalmente en verano. Esta "possessió" estaba dedicada a olivares, algarrobos y cultivo de cereales. Eran importantes sus extensos pinares y su importante latifundio destinados a la ganadería.
Actualmente el caserío está formado por un claustro o patio, presidido por un magnífico aljibe o "aljub". En el interior se observan amplias salas, la bodega y la cocina con su típica chimenea o "foganya" mallorquina.
Cada ventana, cada piedra e incluso cada elemento arquitectónico, han sido moldeados y tallados según las necesidades de la vida cotidiana rural de la época. A finales del XIX y principios del XX se utilizó también como parada de diligencias de la línea de Palma a Andraitx.
